La ensalada Caprese es uno de los platillos más fáciles y rápidos de hacer, pero con un sabor que te transporta a la bella Italia. Es perfecta como aperitivo, acompañamiento en comidas, o incluso como plato principal en días calurosos.
La base de esta ensalada es muy simple: tomates, mozzarella y albahaca. Pero, ¿cómo hacer que sea memorable en lugar de aburrida? La respuesta está en la calidad de los ingredientes y la forma en que los combines.
Primero, asegúrate de escoger los tomates más frescos que puedas encontrar. Si es posible, opta por los tomates orgánicos o de mercado local. Busca aquellos que estén bien maduros, pero que todavía sean firmes al tacto.
Lava y seca los tomates y córtalos en mitades o en cuartos, dependiendo de su tamaño. Colócalos en un tazón grande para ensaladas.
Ahora, es el turno de la mozzarella. Al igual que con los tomates, la calidad aquí es importante. Trata de conseguir mozzarella de búfala fresca o de leche de vaca, en lugar de la de marca genérica que suele encontrarse en el supermercado.
Corta la mozzarella en cubos o en rodajas finas y agrégala al tazón con los tomates.
Por último, corta las hojas de albahaca en tiras finas y agrégala a la mezcla de tomates y mozzarella.
En un tazón pequeño, mezcla el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la sal y la pimienta. Bátelo bien para que se emulsione y se junten los sabores. Vierte la mezcla sobre la ensalada y revuelve todo cuidadosamente, para que los tomates, la mozzarella y la albahaca se cubran con el aderezo.
¡Y listo! Tu ensalada Caprese está lista para ser disfrutada. ¿No te encanta cómo algo tan simple puede ser tan delicioso?
Ten en cuenta que esta ensalada se debe disfrutar inmediatamente después de prepararla, ya que los tomates pueden soltar agua y la mozzarella se pone más firme a medida que se enfría.
¡Buen provecho!