En una olla grande y resistente al calor, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega los filetes de osso buco y dorar por ambos lados hasta que estén dorados. Retira los filetes de la olla y déjalos a un lado.
En la misma olla, agrega la cebolla, el ajo, el apio y las zanahorias, todo picado en trozos pequeños. Sofríe los ingredientes hasta que la cebolla esté transparente y las zanahorias estén suaves.
Vierte el vino blanco y el tomate pelado en la olla. Raspa los trozos de comida y los sabores del fondo de la olla con una cuchara de madera y agrega las ramitas de romero y la hoja de laurel. Revuelve todo bien y reduce el fuego
Vuelve a agregar los filetes de osso buco a la olla y vierte el caldo de ternera. Agrega sal y pimienta al gusto. Revuelve bien y tapa la olla con una tapa bien ajustada.
Cocina el osso buco a fuego lento durante 2 a 3 horas, revolviendo ocasionalmente. El guiso estará listo cuando los filetes de osso buco estén tiernos y se deshagan fácilmente.
Preparar las papas rústicas es muy sencillo. Lava bien las papas y córtalas en cuartos grandes. En una bandeja para hornear, rocía aceite de oliva y coloca los trozos de papa en una sola capa. Agrega sal y pimienta al gusto y tápalos con papel aluminio.
Hornea las papas a 200 grados centígrados durante 30 minutos, luego retira el papel aluminio y cocina durante otros 20 minutos hasta que estén dorados y crujientes.
Sirve el osso buco en platos hondos, asegurándote de tener por lo menos un filete y una buena cantidad de salsa. Acompaña con las papas rústicas al lado y algunas ramas de romero fresco para darle un toque de color al plato.